Mirmecología para aficionados
Inmunidad social en una hormiga invasora supercolonial: la estructura del nido confiere función inmunitaria
El estudio analiza cómo la estructura del nido influye en la defensa colectiva contra enfermedades en la hormiga loca, Nylanderia fulva, una especie invasora que forma supercolonias. Estas hormigas enfrentan infecciones del microsporidio Myrmecomorba nylanderiae, un patógeno especializado que se transmite internamente y afecta principalmente a las larvas. Los investigadores demostraron que para evitar que la enfermedad llegue al centro del nido —donde están las reinas y las crías— es necesario que el nido tenga varias cámaras. Cuando se eliminó esta estructura espacial, el contagio fue total, mostrando que la organización física del nido es clave para la “inmunidad organizacional” del grupo.
Las pruebas revelaron que las obreras dentro del nido se distribuyen en subgrupos espaciales y sociales. Las hormigas cercanas a la reina se dedican principalmente al cuidado de las crías, mientras que las de las zonas periféricas realizan tareas de forrajeo. Esta división de tareas, llamada “polietismo centrífugo”, reduce el contacto directo entre individuos con diferentes niveles de exposición a patógenos. Los experimentos confirmaron que las hormigas infectadas tienden a desplazarse hacia los bordes del nido, mientras que las sanas permanecen en el núcleo, lo que refuerza la separación entre grupos y ayuda a contener la propagación del parásito.
Además, las hormigas sanas son capaces de detectar la infección en otras, aunque esta sea interna, y ajustan su comportamiento para mantener distancia o responder con agresión leve. Las infectadas también modifican sus funciones dentro de la colonia: se involucran más en la eliminación de cadáveres —especialmente de otros infectados— y reducen su participación en tareas como el cuidado de larvas o la búsqueda de alimento. Estas respuestas comportamentales reflejan un tipo de defensa colectiva que limita la exposición del grupo al patógeno, incluso sin necesidad de mecanismos fisiológicos individuales.
En conjunto, los resultados muestran que la estructura espacial del nido y la organización del trabajo actúan como barreras efectivas contra la propagación de enfermedades en N. fulva. Este tipo de inmunidad social, basada en la separación física y en la modificación del comportamiento, parece ser un mecanismo generalizado en insectos sociales. Sin embargo, en el caso de esta especie invasora, comprender estos mecanismos tiene además un valor práctico: permite diseñar estrategias de control que aprovechen sus vulnerabilidades frente a su propio patógeno especializado.
📗 Estudio realizado por Edward G. LeBrun, Alejandro S. Fernandez, Lowell A. Sekula, Cameron R. Macones, Lawrence E. Gilbert
📅 Publicado: 1 de noviembre de 2025
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